Como instrumento de trabajo, este símbolo nos conecta con la esencia
de la CREACIÓN.
Realmente comenzamos a percibir de una forma diferente.
Comprendemos que todo lo que existe tiene su arquetipo, y que
debemos conectarnos con él,
para que se manifieste en este mundo material.
Este camino lo recorre todo lo que existe, existió y existirá;
es el camino que debe transitar el Mago.
Hay que vivenciar el símbolo, internalizarlo, hacer que viva en nuestro interior,
y que se transforme en algo habitual para nuestro ser.
Saber que con solo nuestra voluntad,
podemos acceder a los mundos mas sutiles,
y allí impregnarnos con los arquetipos que necesitemos que se
manifiesten en nuestras vidas y en la de quienes nos rodean.
Con un propósito claro,
(se debe tener deseo de recibir con el propósito de compartir),
con inspiración y un gran entusiasmo,
este símbolo se transforma en la llave maestra que nos permite
acceder a las energías mas sutiles y poderosas que podamos imaginar.