viernes, 20 de abril de 2007

VER


Cuando nos enfrentamos a una obra concebida desde el punto de vista mágico, nuestro intelecto y nuestros sentidos, no son suficiente para poder aprehender lo que nos quiere comunicar.
El simbolismo en ellas utilizado es comunicable de forma muy sutil y es nuestro inconsciente quien vive esa experiencia de manera cabal y absoluta. Lo que se comunica no se puede expresar con palabras, podemos intentar acercarnos, pero no encontramos las palabras, ni las sensaciones justas para poder expresarlo.

Solo el Alma lo comprende, y cuando ello sucede no se puede describir, o acaso alguien puede explicar con palabras lo que es el
ALMA.